La cocina es una de las estancias más importantes de la casa. Por eso, a la hora de hacer un reforma, surge una pregunta muchas veces inevitable: ¿cocina abierta o cerrada? Posibilidades de diseño, versatilidad o funcionalidad: las diferencias entre una y otra son importantes.
¿Cómo acertar en la elección? Ante todo, hay que tener muy presentes las características de la vivienda, así como las posibilidades de distribución o incluso el estilo de vida. Pero lo primero es conocer qué diferencia una cocina abierta de una cerrada, más allá de la presencia o no de tabiques.
Cocina cerrada: puntos clave
Cocina cerrada
La cocina cerrada está aislada del resto de la vivienda por tabiques y puerta. Es una estancia completamente independiente dentro de la casa. Significa que hay absoluta privacidad al moverse por ella. Además, al estar aislada, a la hora de cocinar no hay riesgo de que humos y olores se extiendan por el resto de la vivienda.
Las cocinas cerradas tienen muchas posibilidades cuando son de grandes dimensiones. Eso permite jugar con la distribución, hacer una práctica isla de trabajo o incluso una pequeña zona de office. Sin embargo, cuando el espacio es escaso, no siempre es una buena elección.
Cocina abierta: diferentes alternativas
Cocina abierta
Prescindir de tabiques divisorios es una decisión acertada en viviendas de pequeñas dimensiones o con poca iluminación. Se consigue con ello un espacio más amplio y luminoso y una mayor funcionalidad.
Ese open concept se puede conseguir de dos formas. Por un lado, abriendo completamente el espacio hacia el salón. Por otro, con algún elemento que sirva de diferenciación: una barra de desayuno, una isla o una península.
Ni blanco ni negro: soluciones intermedias
Sin embargo, no es imprescindible elegir entre una cocina abierta o cerrada. Existen alternativas intermedias entre cocina abierta y cerrada. Por un lado, los tabiques móviles, que se pueden abrir o cerrar según se use o no la cocina. Por otro, un murete a media altura o una ventana pasaplatos.
Finalmente, se puede optar por un acristalamiento. La cocina está cerrada, pero visualmente los espacios están conectados, por lo que se tiene la sensación y amplitud de una cocina abierta, pero sin estarlo realmente.
Cocina abierta o cerrada: cómo acertar en la elección
A la hora de elegir entre cocina abierta o cerrada, por lo tanto, hay que valorar bien cada opción y tener en cuenta algunos puntos esenciales:
Dimensiones:
si la cocina o el salón son pequeños, abrir espacios crea una sensación visual de amplitud, algo a lo que también contribuye una mayor luminosidad. Por ello, tirar tabiques es una posibilidad que se debe contemplar en una reforma.
Estética: el open concept es tendencia, mientras que las cocinas cerradas son más tradicionales. Sin embargo, abrir los espacios implica necesariamente que estilo, decoración y complementos de cocina y salón combinen.
Distribución:
las cocinas abiertas son más funcionales en el sentido de que permiten mayor fluidez en los movimientos, a la hora de cocinar y de servir la mesa. Sin embargo, al no disponer de tantas paredes, la colocación de mobiliario se limita.
Estilo de vida: las cocinas abiertas son perfectas para quienes disfrutan recibiendo invitados, puesto que facilitan la comunicación. Pero no son la mejor solución cuando se tiene un ritmo de vida acelerado que no permite tener todo en perfecto orden de revista.
Limpieza: cocinar, inevitablemente implica humos, olores, ruido y suciedad. En cocinas abiertas se necesitan una campana extractora de suficiente potencia y electrodomésticos silenciosos cuyo precio es elevado. En cocinas cerradas nada de eso es necesario.
Ventajas
Visualmente amplía los espacios
Es participativa, facilita la comunicación
Estética más actual
Da más privacidad a la hora de cocinar
Humo, olores y ruidos no llegan a otras zonas de la casa
Puede tener un estilo diferente al salón
Desventajas
El desorden y la suciedad quedan a la vista
Humos y olores si no hay una buena extracción
Es necesario integrar el estilo de salón y cocina
Limita movimientos, el servicio de mesa es más difícil
No permiten comunicación con invitados
Espacio más reducido, restan sensación de amplitud
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